Un rincón de paz entre tierra, cielo y caballos
Acariciada por la brisa del Mediterráneo y envuelta en el silencio del campo, esta finca de 12.000 m² es un refugio para el alma. A tan solo unos minutos del mar, del bullicio del centro comercial y del aeropuerto de Torrellano, se alza una casa de 350 m² que respira vida y tradición.
Cinco habitaciones donde el descanso se vuelve profundo, tres baños que invitan a la calma, y una cocina amplia con horno de leña donde cada comida puede ser un recuerdo inolvidable. El murmullo de una chimenea encendida acompaña los días de invierno, mientras en el exterior, la barbacoa y los aromas del campo celebran las tardes de verano.
Un jacussi bajo las estrellas, un lavadero y una despensa que huelen a vida sencilla. Y como joya escondida, una sala de estilo árabe, pensada para saborear el té y dejar que el tiempo se detenga.
Para los que aman los caballos, una cuadra noble y espaciosa con capacidad para 10, lista para ser habitada por la elegancia y la fuerza de estos seres maravillosos. Y un pozo de agua potable, como promesa de autosuficiencia y frescura.
Este no es solo un hogar. Es un lugar para echar raíces, para escuchar el canto de la tierra y para vivir despacio, al ritmo del sol y el paso tranquilo de los caballos.